lunes, enero 03, 2011

Una última vez



Descubrí su esbelta anatomía tanteando en la penumbra y tocando apenas con la yema de los dedos temblorosos ante mi propia agitación. Realmente, el saber que esa noche sería nuestra expandía por mi rostro un rubor que ardía inquietantemente. Seguí procurando besos que no ocultaban mi deseo y tampoco escatimaban al producirnos pequeños sobresaltos de placer. Me tocaba, desesperado, parecía que sería esa la última vez que nuestros cuerpos gozarían de tal proximidad; era abrumantemente enloquecedor. No se equivocó pues lo sabía, así es como debía ser.

4 comentarios:

  1. Habrá mas de una vez?

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  2. hmmm... pues al parecer no. A veces me parece que es posible encontrar la perfección en instantes y hasta momentos ligeramente más duraderos, pero estos son irrepetibles. Sería imposible querer buscarla en aquellos mismos instantes, otros vendrán y ojalá puedan ser tan perfectos como estos.

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  3. y que sucede si aquel momento es imperfecto, un error, una mala y amarga experiencia. Como el protagonista de Tokio Blues, moriremos recordando los malos momentos si estos fueron decisivos.

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  4. Bueno, eso es desde una posición retrospectiva. Al fin y al cabo fue disfrutado en el 'aquí-ahora' y llegaron a producir ciertas satisfacciones. Pero claro, finalmente si fue pertinente o no únicamente vendría a ser esclarecido con cómo es que las circunstancias se van desarrollando en el tiempo.

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