"Yo le expliqué que el amor no existía, que era una invención de un italiano llamado Petrarca y de los trovadores provenzales. Que es eso que las gentes creían un cristalino manar de la emoción, una pura efusión del sentimiento, era el deseo instintivo de los gatos en celo disimulando detrás de las palabras bellas y los mitos de la literatura. No creía en nada de eso, pero quería hacerme el interesante. Mi teoría erótico-biológica, por lo demás, dejó a la tía Julia bastante incrédula:¿creía yo de veras esa idiotez?
- Estoy contra el matrimonio-, le dije, con el aire más pedante que pude-. Soy partidario de lo que llaman el amor libre, pero que, si fuesemos honestos, deberíamos llamar simplemente la cópula libre.
- ¿Cópula quiere decir hacer cosas?- se rió. Pero al instante puso una cara decepcionada-: en mi tiempo los muchachos escribían acrósticos, mandaban flores a las chicas, necesitaban semanas para atreverse a darles un beso. Qué porquería se ha vuelto el amor entre los mocosos de ahora, Marito."
Mario Vargas Llosa
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