"Para ella la vida es una fiebre de amor y de enfermedad y todo lo demás le es indiferente, todo parece pasar en silencio y en olvido ante sus grandes ojos velados y profundos. Su vida es un esfuerzo febril por aferrarse a los minutos que se van y lucha porque ninguno pase sin ser sentido íntegro." Abraham Valdelomar
sábado, junio 05, 2010
En ocasiones soy feliz con pequeñas delicias cotidianas. Puedo serlo al observar con interés de niña, nueva en un mundo ajeno, cada textura, olor, sabor y melodía. Las imágenes capturadas por mis ojos se tornan como una fotografía tomadaen alta definición y me llevan a observar, maravillada, lo hermoso subyacente a lo cotidiano. Pienso que debería salir de paseo con mi niña interna más a menudo, quizá no me dirija a la felicidad pero sí hacia una sonrisa natural.
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