Convivo con una señorita que es, claramente, una romántica pseudo racional por excelencia. Su problema se da en el momento en el que empieza y termina por negar la existencia de su sensibilidad en un intento de simplificar el proceso de ruptura-separación. Su problema se da en el momento en el que empieza y termina por aceptarse como un ser vulnerable y suceptible de ser dañado.
Su vida transcurre entre ensueños, deseos y perspectivas ajenas a sí misma. Ella podría ser más que sus frustraciones pero ha elegido no serlo. Es un ser degradante.
Cuando busca refugio lo encuentra en mis brazos y cuando siente que el mundo se sale de control espera un beso en la frente de mi parte. Es una temerosa. Ella es mi círculo vicioso.
Mi muy querida indolente, con gran pesar lamento comunicarte que no podemos compartir la misma habitación por más, eso nos destruiría.
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