sábado, marzo 06, 2010

8 de diciembre, en B*


"Nos casamos, señor Rosell, nos casamos. No se admire; sí, estamos tísicos. Pero no es en nosotros la alegría de vivir, sino la alegría de amar. La salud ya no sirve en nosotros, los cuerpos están carcomidos, pero el amor es todavía joven; hemos asegurado el porvenir, que no es un problema, una cosa dudosa como en los sanos de cuerpo. Para nosotros el porvenir es un día, tal vez una mañana, quizás una hora; podemos 'quedarnos' antes de concluir nuestra conversación, pero el amor en nosotros es tan grande que nos durará hasta después de la muerte. Y esto no pueden asegurar los otros mortales... "

Abraham Valdelomar

No hay comentarios:

Publicar un comentario