"Para ella la vida es una fiebre de amor y de enfermedad y todo lo demás le es indiferente, todo parece pasar en silencio y en olvido ante sus grandes ojos velados y profundos. Su vida es un esfuerzo febril por aferrarse a los minutos que se van y lucha porque ninguno pase sin ser sentido íntegro." Abraham Valdelomar
domingo, noviembre 01, 2009
Un beso fue el desencadenante de todo aquel deseo adormecido en ambas, las manos recorrían su cuerpo finamente tallado mientras la otra revolvía su cabello con desesperación. La curva de caderas, los senos perfectos y los movimientos acompazados fueron tímidamente acoplándose a la comprensión de su totalidad. ¿Quién las puede culpar?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario